Mara Sedini: figura emergente del equipo de Kast

Mara Sedini se convirtió en un tema de conversación destacado en X luego de las elecciones presidenciales de 2025, donde José Antonio Kast resultó electo presidente. Su destacada presencia se debe principalmente a su papel como vocera activa del comando y del equipo de transición, lo que ha generado especulaciones sobre su posible nombramiento como ministra vocera de Gobierno.

Desde sectores afines a la derecha, Sedini ha sido elogiada por su trayectoria profesional y académica: es periodista, actriz, cantante y cuenta con un magíster en comunicación política. Para sus seguidores, representa una figura preparada, elocuente y alineada con la visión liberal-conservadora que se espera del nuevo gobierno.

Sin embargo, desde sectores de izquierda, su figura es objeto de críticas tanto por su participación política como por controversias pasadas en las que adoptó un tono confrontacional.

Recientemente, Sedini generó polémica al comentar el Informe de Política Monetaria (IPoM), atribuyendo el éxito económico al triunfo de Kast. Este comentario avivó debates en redes sociales y consolidó su posición como una de las figuras más prominentes y controvertidas del próximo gobierno.

En las últimas horas, surgió una nueva controversia relacionada con la difusión de supuestas “fotos íntimas” de Mara Sedini. No obstante, estas imágenes no son material privado ni filtrado, sino fotografías promocionales y escénicas de la obra teatral “Bodas de sangre”, en la que Sedini participó como actriz alrededor de 2018.

Estas fotos muestran a Sedini caracterizada con vestuario teatral, hombros descubiertos y poses artísticas propias de la producción escénica. A pesar de haber sido compartidas públicamente en su momento por la producción teatral o por la propia actriz, algunos usuarios las interpretaron maliciosamente como “sensuales” o “íntimas”.

Las reacciones ante estas imágenes se dividieron nuevamente según líneas ideológicas. Desde sectores de izquierda, se utilizaron las fotos para acusar hipocresía, recordando críticas anteriores de la derecha hacia actrices como Carolina Arredondo por escenas artísticas similares. En contraste, desde la derecha se defendió que se trata simplemente de arte teatral, señalando un doble estándar y atribuyendo los ataques a la frustración tras la derrota electoral más que a críticas legítimas.