La revolución ha llegado al mundo del fútbol, y su primera prueba de fuego será el Mundial Sub-20 que se llevará a cabo en Chile. Con la introducción de la Tarjeta Verde, las reacciones iniciales se centran en su potencial como un desafío para los entrenadores, pero su verdadero impacto radica en un cambio de paradigma silencioso y fundamental. Por primera vez, el director técnico, una figura históricamente a merced del error humano, recibe una herramienta formal para combatir la injusticia en el campo. Este experimento va más allá del Mundial Sub-20 en Chile; la FIFA, al desarrollar una versión más accesible del VAR, reconoce la importancia de que la tecnología sea accesible para todos. La Tarjeta Verde es el primer paso hacia esta democratización; si la prueba resulta exitosa, es posible que veamos esta herramienta expandirse de manera significativa y cambiar el panorama del fútbol a nivel global. No se trata solo de una novedad reglamentaria, sino de un primer paso para llevar el poder de decisión desde las cabinas del VAR a manos de quienes dirigen el juego. El nuevo sistema, conocido como Football Video Support (FVS), es la tecnología que lo respalda, siendo la tarjeta su herramienta más poderosa. El uso de la Tarjeta Verde estará reservado exclusivamente para los entrenadores de cada equipo, quienes tendrán dos oportunidades por partido para solicitar una revisión. Para activarla, el director técnico deberá mostrar claramente la tarjeta al árbitro principal; esto obligará al colegiado a detener el juego y revisar la jugada en las pantallas del FVS. El desafío solo podrá ser utilizado en jugadas que tengan un impacto directo en el resultado, como goles, penales y expulsiones. La implementación de la Tarjeta Verde es una de las noticias más destacadas del torneo y podría marcar un antes y un después en la forma en que se experimenta el fútbol. Al igual que la introducción de las tarjetas amarilla y roja en el pasado, esta herramienta no representa solo un ajuste en las reglas, sino un paso audaz hacia un fútbol más equitativo y estratégico. El pitido final no solo determinará los resultados de los partidos en el Mundial Sub-20 en Chile, sino que también nos dará indicios sobre si la Tarjeta Verde es simplemente un experimento o el comienzo de una nueva era donde la estrategia no se limita al tablero táctico, sino que se extiende hasta el momento en que un árbitro titubea. Fuente: Publimetro Deportes
La revolución ha llegado al mundo del fútbol, y su primera prueba de fuego será el Mundial Sub-20 que se llevará a cabo en Chile. Con la introducción de la Tarjeta Verde, las reacciones iniciales se centran en su potencial como un desafío para los entrenadores, pero su verdadero impacto radica en un cambio de paradigma silencioso y fundamental. Por primera vez, el director técnico, una figura históricamente a merced del error humano, recibe una herramienta formal para combatir la injusticia en el campo. Este experimento va más allá del Mundial Sub-20 en Chile; la FIFA, al desarrollar una versión más accesible del VAR, reconoce la importancia de que la tecnología sea accesible para todos. La Tarjeta Verde es el primer paso hacia esta democratización; si la prueba resulta exitosa, es posible que veamos esta herramienta expandirse de manera significativa y cambiar el panorama del fútbol a nivel global. No se trata solo de una novedad reglamentaria, sino de un primer paso para llevar el poder de decisión desde las cabinas del VAR a manos de quienes dirigen el juego. El nuevo sistema, conocido como Football Video Support (FVS), es la tecnología que lo respalda, siendo la tarjeta su herramienta más poderosa. El uso de la Tarjeta Verde estará reservado exclusivamente para los entrenadores de cada equipo, quienes tendrán dos oportunidades por partido para solicitar una revisión. Para activarla, el director técnico deberá mostrar claramente la tarjeta al árbitro principal; esto obligará al colegiado a detener el juego y revisar la jugada en las pantallas del FVS. El desafío solo podrá ser utilizado en jugadas que tengan un impacto directo en el resultado, como goles, penales y expulsiones. La implementación de la Tarjeta Verde es una de las noticias más destacadas del torneo y podría marcar un antes y un después en la forma en que se experimenta el fútbol. Al igual que la introducción de las tarjetas amarilla y roja en el pasado, esta herramienta no representa solo un ajuste en las reglas, sino un paso audaz hacia un fútbol más equitativo y estratégico. El pitido final no solo determinará los resultados de los partidos en el Mundial Sub-20 en Chile, sino que también nos dará indicios sobre si la Tarjeta Verde es simplemente un experimento o el comienzo de una nueva era donde la estrategia no se limita al tablero táctico, sino que se extiende hasta el momento en que un árbitro titubea. Fuente: Publimetro Deportes