Un fenómeno natural único ha captado la atención de los turistas y científicos en las playas del Mar Mediterráneo. Esferas marrones, compactas y fibrosas, conocidas como “Pelotas de Neptuno”, se han convertido en un punto de interés para quienes visitan la región. También conocidas como Posidonia oceánica, las “Pelotas de Neptuno” son racimos redondos y compactos de fibras vegetales que se forman en el Mar Mediterráneo. Estas esferas cumplen una función ecológica muy importante, ya que se encargan de atrapar y expulsar microplásticos del fondo marino. Según un informe de la BBC, Anna Sánchez-Vidal, autora principal de una investigación sobre estas esferas, explicó: “Es una forma en la que el mar nos devuelve la basura que nunca estuvo destinada a estar en el fondo marino.” Los microplásticos son fragmentos de plástico de menos de cinco milímetros que provienen de diversos residuos, como bolsas, botellas y redes de pesca. Estos pequeños fragmentos se han convertido en una de las mayores amenazas tanto para los océanos como para la salud humana. La Posidonia oceánica, que forma estas esferas, juega un papel fundamental al frenar las corrientes marinas, capturar carbono, sedimentos y, lo más importante, plástico. De acuerdo con la investigación, estas praderas marinas son capaces de capturar hasta 900 millones de fragmentos plásticos al año. “Las bolas más compactas son las más efectivas para atrapar el plástico”, destacó Sánchez-Vidal. A pesar de su utilidad, las Pelotas de Neptuno no deben ser retiradas de las playas. La investigadora recomienda dejarlas en su lugar, ya que son esenciales para mantener el equilibrio ecológico en las costas. Estas esferas aportan nutrientes y humedad a los ecosistemas costeros, favoreciendo su desarrollo. Desafortunadamente, las praderas marinas de Posidonia están en declive a nivel global. Desde finales del siglo XIX, se ha observado una disminución del 29% en estas praderas, principalmente debido a la contaminación, el desarrollo costero, la presencia de especies invasoras y el aumento de las . Además, las olas de calor marinas y la actividad industrial representan una amenaza adicional para la supervivencia de las Posidonias, una planta esencial para el ecosistema marino. Fuente: Publimetro
Un fenómeno natural único ha captado la atención de los turistas y científicos en las playas del Mar Mediterráneo. Esferas marrones, compactas y fibrosas, conocidas como “Pelotas de Neptuno”, se han convertido en un punto de interés para quienes visitan la región. También conocidas como Posidonia oceánica, las “Pelotas de Neptuno” son racimos redondos y compactos de fibras vegetales que se forman en el Mar Mediterráneo. Estas esferas cumplen una función ecológica muy importante, ya que se encargan de atrapar y expulsar microplásticos del fondo marino. Según un informe de la BBC, Anna Sánchez-Vidal, autora principal de una investigación sobre estas esferas, explicó: “Es una forma en la que el mar nos devuelve la basura que nunca estuvo destinada a estar en el fondo marino.” Los microplásticos son fragmentos de plástico de menos de cinco milímetros que provienen de diversos residuos, como bolsas, botellas y redes de pesca. Estos pequeños fragmentos se han convertido en una de las mayores amenazas tanto para los océanos como para la salud humana. La Posidonia oceánica, que forma estas esferas, juega un papel fundamental al frenar las corrientes marinas, capturar carbono, sedimentos y, lo más importante, plástico. De acuerdo con la investigación, estas praderas marinas son capaces de capturar hasta 900 millones de fragmentos plásticos al año. “Las bolas más compactas son las más efectivas para atrapar el plástico”, destacó Sánchez-Vidal. A pesar de su utilidad, las Pelotas de Neptuno no deben ser retiradas de las playas. La investigadora recomienda dejarlas en su lugar, ya que son esenciales para mantener el equilibrio ecológico en las costas. Estas esferas aportan nutrientes y humedad a los ecosistemas costeros, favoreciendo su desarrollo. Desafortunadamente, las praderas marinas de Posidonia están en declive a nivel global. Desde finales del siglo XIX, se ha observado una disminución del 29% en estas praderas, principalmente debido a la contaminación, el desarrollo costero, la presencia de especies invasoras y el aumento de las . Además, las olas de calor marinas y la actividad industrial representan una amenaza adicional para la supervivencia de las Posidonias, una planta esencial para el ecosistema marino. Fuente: Publimetro